miércoles, 30 de abril de 2014

¡Caballeros! ¡Qué calor hace aquí!




La sofocación….

"Gimen porque nace el sol. Gimen porque muere el sol...Todo está allí, apretado en la cuenca, donde, pájaro quieto, aguarda"

Alfonsina Storni

Soy cubana, ¡SI!

De esas que están convencidas que no existe mejor lugar en el mundo para nacer… pero… ¡Caballeros! ¡Qué calor hace aquí!

En estos días cuando el hemisferio norte disfruta de una primavera hermosa, y un clima agradable, nosotros, los cubanos, estamos a pleno verano, como el más intenso, matizado por una que otra llovizna.

No saben cuánto me gustaría estar bien cerquita del  Mar Báltico, allí, donde el aire templado acaricie mi rostro y… aunque me congele, no sienta esta sofocación que me provoca el sol del Caribe.

Aunque quizás cuando mirara sus aguas cristalizadas por el invierno extrañaría la calidez de el sol, siempre radiante de mi Cuba. Quizás entonces extrañe el eterno verano de mi Isla.

Ese verano tranquilo, que disfrutamos todos, aun cuando nos quejamos de la sofocación que da el intenso sol, cuando caminamos por las calles de una ciudad cubana… sea cual sea.

Las calles de mi ciudad (Holguín), respiran un calor climático, humano, único.
Una oleada de calor que no solo depende del clima, sino de la gente. La gente que con su ir y venir no deja de transpirar historias tejidas por los hilos de sol que provocan este inmenso calor.

Un calor que no deja de ser agradable aun cuando te estés ahogando en tu propio sudor. Un calor envidiado, buscado y hasta cotizado en precios internacionales, si de opciones turísticas hablamos.

Nada que me quedo sin el Mar Báltico, sin sus aguas poco salobres, fecundadas por los ríos más cercanos, me quedo entonces con el sol intenso de mi Cuba, con su gente y… con esta sofocación que me derrite las venas. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario